SOS, toxicidad laboral

Así como hay relaciones tóxicas, hay organizaciones cuya cultura o ambiente está plagada de prácticas o acciones indeseables que contaminan el clima laboral, siendo las peleas, envidias, boicots e intrigas entre las personas trabajadoras el pan de cada día.

¿Tienes algo de esto en tu equipo? ¿La estampa te resulta familiar? No estás solo; de hecho, se puede solucionar. La clave está en identificar esos vicios ocultos, sensibilizar a las personas sobre su toxicidad y establecer dentro de las políticas de equipo/organización límites para evitarlos o corregirlos. 

Falta de comunicación. Si eres de los que se enteran de lo que piensa su equipo de trabajo por lo que se dice en radio pasillo, pon mucha atención en mejorar la comunicación con las personas. Incentiva a los colaboradores a expresar en forma horizontal y vertical estableciendo una cultura/comunicación de puertas abiertas. 

Miedo a la autoridad. Es algo frecuente en las organizaciones tóxicas y es resultado de un liderazgo mal entendido que se confunde con un autoritarismo. Es importante que como líder de equipo busques generar un liderazgo legítimo donde no solo guíes e inspires, sino que seas una personas cercana y empática con los problemas/necesidades de los colaboradores.

Descontento general. Si los colaboradores hablan mal de la organización o del líder del proyecto, no se comprometen o se quejan todo el tiempo de la falta o fallas en la infraestructura es sinónimo de que algo no está funcionando a nivel organización, cultura o liderazgo. 

Falta de flexibilidad. Y no solamente flexibilidad laboral: sino falta de flexibilidad para entender que las empresas trabajan con personas, no con máquinas. Se requieren tener mayor sensibilidad para entender, desarrollar y cuidar al talento. 

Elevada rotación. No hay mejor indicador que este para conocer que algo anda mal con una organización, pues revela el descontento de las personas con la organización y su cultura. Es cierto que las personas tienen derecho a buscar otras oportunidades, pero si la rotación es constante es una señal de alerta. 

Hay chismes o mal ambiente. Esto se respira y se puede observar con los pequeños grupos que se van formando; es posible que hasta se formen bandos internos que, por supuesto, alteran la salud organizacional al ser orquestadoras del chisme, sabotaje y drama. 

Si alguno de estos síntomas está presente en tu equipo de trabajo o lo observas en la organización es momento de poner manos a la obra para frenar el problema. Apóyate en el área de Recursos Humanos y juntos diseñen una estrategia enfocada en la salud organizacional. Recuerda analizar cada eslabón de la cadena y pon atención a los detalles finos: quizá haga falta motivación, reconocimiento o herramientas de productividad.