Cómo construir tu marca personal

¿Sabías que construir tu marca personal puede ayudarte a mejorar posiciones en la oficina, a proyectar lo que deseas y a alcanzar tus objetivos profesionales o de negocios? Así es. Tener una marca personal; es decir, aquello que te diferencia de los demás y que te ubica como la mejor opción frente a empleadores o socios, es un plus en un entorno profesional que demanda credibilidad, reputación, competencias y diferenciadores. 

Pero ¿qué es una marca personal? Los expertos en management la definen como la manera en que te perciben los demás a partir de tus acciones y expresiones en los planos digital y offline (vida real). Partiendo de este precepto, es importante que analices qué comunicas y la forma en que lo haces. El objetivo es robustecer tu reputación frente a tus públicos clave: aliados, empleadores, compañeros, socios potenciales, clientes, colaboradores, etcétera.

Dicho lo anterior, ¡manos a la obra para convertirte en ‘el referente’ en tu sector! ¿Estás listo?

1. Propósito. Determina el objetivo que quieres alcanzar a través del desarrollo de tu marca personal. ¿Un ascenso? ¿Un nuevo negocio? ¿Un mejor ingreso? ¿Reputación? 
2. Propuesta de valor. Cuestiónate qué es lo que te diferencia del resto, qué es lo que haces de una forma única, distinta o innovadora, qué es aquello que vas a ofrecer desde el punto de vista profesional que te hace resaltar de los demás.
3. Públicos de interés. Define a tus audiencias clave o consumidores de tu marca personal. Conocer su perfil, necesidades e intereses te hará más afín. 
4. Canales de comunicación. Determina qué medios usarás para comunicarte, desde dónde te harás visible y bajo qué narrativas. Recuerda que todo comunica y por tanto construye (o destruye) tu reputación, por lo que es importante que cuides tu presencia en medios digitales y, por supuesto, en la vida real.  
5. Visibilidad. Desarrolla un plan de visibilidad aparejado a tus objetivos. Comienza por pulir tu imagen personal para proyectar tu objetivo; depura tus redes sociales y, en consecuencia, desarrolla contenido. Recuerda que Facebook es para amigos y familiares; Twitter, para amplificar contenido principalmente noticioso; Instagram para difundir los buenos momentos en imágenes y LinkedIn, para robustecer tu marca personal a través de contenido para profesionales. Ahora que lo sabes, sácale jugo a cada red. 
6. Relacionamiento. Planifica un mapa de relacionamiento estratégico y la forma de llegar a las personas clave. Por ejemplo, puedes recurrir a LinkedIn, a grupos especializados, a foros sectoriales, etcétera. 
7. Organización. Invierte en herramientas que te faciliten tu labor y te proyecten como el profesional que eres. Por ejemplo, Minutas Teams, por ejemplo, es una solución en la nube dentro de Microsoft Teams que es ideal para llevar un registro detallado de las reuniones que realizas en Teams. Esta solución permite monitorear los avances de tus colaboradores, así como capturar, organizar, jerarquizar, consultar y supervisar toda la información, acuerdos y puntos de interés que se desprenden de las reuniones, ya sean presenciales o remotas.